Autoestima, valores, hábitos, resiliencia, convivencia, madurez y desarrollo del potencial es una lista de facultades que los padres y madres de familia pueden dar a sus hijos, ya sea dentro de la familia o en colaboración con otros educadores. Es importante que se den cuenta que no deben limitarse a un rol de proveedores, (refiriéndome no solo al aspecto económico), porque diariamente existen situaciones que deben ser aprovechadas para aprender de ellas e ir canalizando a los hijos. Quiero aclarar que en adelante, por padres de familia me referiré a ambos (padre y madre).

1) Autoestima

Una de las herramientas mas útiles que se les pueden dar a los hijos es la seguridad en si mismos, porque ellos estarán conscientes que pueden alcanzar cualquier cosa que se propongan. Los padres influyen mucho, ya que son el primer modelo que tienen sus hijos, y sus mensajes se van guardando en el subconsciente. Por eso es importante no etiquetar a los hijos. Los deben felicitar por cualquier logro que tengan y decirles que están orgullosos de ellos. Se debe aprender a escucharlos y a fomentar la confianza. Esto también aplica a otros educadores, pero el mensaje mas fuerte viene de los padres de familia. Si los educadores los etiquetan, pero los padres los apoyan, prevalecerá la opinión del padre. Los padres necesitan saber como manejar las situaciones inaceptables con comentarios positivos en vez de negativos y crear en el hogar un ambiente de confianza y de aceptación. Otro beneficio es que no necesitarán la aprobación de amigos que traten de ejercer mala influencia en ellos.

2) Valores

Son la brújula que guiará su comportamiento en la sociedad. Ningún libro ni clase tiene el impacto que causa el ejemplo de los padres. Nuevamente aplica el comentario de que los padres son el primer modelo de los hijos. Puede llegar a ser difícil enseñar valores porque muchas veces los adultos tienen que reeducarse. Los padres a veces se quejan de que los hijos les dicen mentiras o ponen pretextos, cuando los hijos han escuchado a los padres hacerlo. Los padres deben mostrar civismo para que los hijos lo aprendan. Los padres deben mostrar integridad para formar hijos íntegros.

3) Hábitos

El libro de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva (Stephen Covey) ha sido un best seller. Ser proactivos, tener actitud positiva, tener objetivos, priorizarlos, trabajar en equipo, mejorar constantemente, nos van llevando a ser efectivos y lograr resultados. Esto también alimenta la autoestima. El éxito es una sensación placentera que una vez probado por los hijos, ellos tienden a buscar repetirlo. Históricamente la disciplina ha demostrado que es el camino del éxito, ya que permite enfocarnos en un objetivo sin permitir que nos desvíen las distracciones que invitan al placer. El hábito de la lectura y el autoestudio garantizarán que los hijos se actualicen constantemente, creciendo constantemente como profesionales y como personas. Los padres necesitan metodologías para poder desarrollar hábitos en los hijos.

4) Resiliencia

En psicología, el término resiliencia se refiere a la capacidad de las personas para sobreponerse a periodos de dolor emocional. El término fue tomado de la física, en la cual un objeto puede regresar a su forma normal. Si los padres de familia han creado confianza con sus hijos y están con ellos hijos en momentos de fracaso, de decepción o de dolor, tienen la gran oportunidad de decirles las palabras adecuadas para que se vuelvan cada vez más fuertes. Esto incluye la capacidad de sanar, de perdonar, de aprender a no preocuparse por las cosas que estén fuera de su control y trabajar en las que si lo están. Es importante también desarrollar poco a poco la capacidad de resistencia a la frustración evitando darles todo de forma que no les cueste nada, ya que el día que el mundo les niegue algo, pueden caer en decepción y en vicios. En pocas palabras, se trata de forjar el carácter.

5) Convivencia

Somos seres sociales que debemos convivir en un hogar, en las escuelas, en las actividades profesionales y en las recreativas. En vez de intervenir como jueces, debemos enseñarles a los hijos a resolver sus problemas mediante el dialogo, el respeto, la tolerancia y la negociación. Esto les ayudará para que tengan relaciones estables a lo largo de su vida.

6) Madurez

Los niños no maduran con la edad. Lo hacen con la experiencia. Los padres debemos dejar de ser autoritarios y sobre protectores, para que ellos tomen sus propias decisiones de acuerdo a la madurez que tengan. Esto es conocido como límites protectores. Los padres deben aprender que son, como fijarlos y como mantenerlos. En ciertas etapas hay que enseñarles, en otras coachearlos y en otras facultarlos, tal como funciona con el liderazgo situacional efectivo en las empresas. Los límites protectores no se deben confundir con el sistema de premios y castigos, que puede funcionar a corto plazo, pero genera resentimientos y corta el carácter en el largo plazo. También deben concientizar a los hijos de su comportamiento y sus consecuencias cuando pierden el control. Es una forma de enseñarles educación emocional más efectiva que los libros y la teoría.

7) Desarrollo del potencial

En la mayoría de las escuelas se tratan de enseñar conocimientos que no son motivadores, interesantes ni prácticos para los hijos. Es por ello que las actividades, cursos complementarios y museos para niños pueden despertar interés y permitir descubrir sus habilidades. Los padres que tienen las posibilidades, deben buscar actividades desarrolladoras para sus hijos fuera del entorno escolar. Si son actividades que impliquen competir contra otros, mucho mejor, ya que la competitividad es un reto que si esta acorde a las habilidades, produce motivación y crecimiento personal. Además de desarrollar el potencial existen otros beneficios. Las actividades deportivas les crean la necesidad de cuidar su salud y evitar los vicios. El arte y la cultura reducen la agresividad. Las intelectuales los preparan para desarrollarse en entornos de ciencia y tecnología.