Foto: AP

En marzo de 2010, el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, dijo a un grupo de estudiantes universitarios en el Líbano, la patria de su padre, que la educación y el empleo son los mejores medios para combatir la pobreza.

Las fundaciones del Sr. Carlos Slim hacen esfuerzos tendientes a aumentar la cobertura de la educación, siendo el principal, el otorgamiento de becas. Tiene también iniciativas como Casa Telmex que en su página web esta definida como un moderno espacio de desarrollo educativo integral, y creado para avanzar en la inclusión digital y dedicada a la formación de niños y jóvenes en ciencia, tecnología y valores a través de tecnologías de aprendizaje innovadoras. Estas y otras iniciativas suyas, así como las de otras fundaciones, son una gran ayuda que podría multiplicar su impacto si se complementara con el apoyo a la investigación educativa y su aplicación, lo que aumentaría mucho la calidad de la educación.

Las cifras de desempleo son alarmantes, y si tomamos en cuenta que entre la gente desempleada se encuentran muchos recién egresados, podemos deducir que se tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor que generar más profesionistas.

Es de gran ayuda empezar a generar más profesionistas en áreas que tienen mayor demanda de empleo, siendo estas la ciencia y la tecnología. Esto se puede lograr con una educación de calidad que debe empezar desde los niveles de educación básica, donde muchos niños fracasan en la comprensión de conceptos de lógica, matemáticas y ciencias, por la forma en que esta estructurado el sistema educativo.

Además de producir profesionistas con este perfil, la educación necesita producir líderes. Empresarios que inviertan en investigación y desarrollo. Emprendedores sociales que preparen e impulsen a la gente sin recursos y sin oportunidades. Políticos que hayan recibido educación en valores y de esta forma fomenten el desarrollo en vez de pensar en intereses particulares de poder y riqueza. Personas conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente. Instituciones que reciban y canalicen en modalidad de internados, a niños con problemas de violencia intrafamiliar que no pueden recibir una educación de quien no la tiene, evitando con ello la existencia de potenciales delincuentes (aquí se deben incluir también a los niños de la calle). Promotores del deporte y atletas que pongan en alto el nombre del país, y que sean ejemplo de salud y disciplina. Educadores que realmente formen nuevas generaciones. Y podemos seguir con la lista, que puede ser enorme.

El sistema educativo actual no tiene la capacidad de producir este cambio. Es muy triste escuchar que existen fuertes impedimentos para mejorar la calidad de la educación en el sector público. Es triste también que las instituciones privadas se tengan que ajustar a un sistema creado precisamente por el sector público. El sistema actual de escolarización fue creado para producir trabajadores al nacer la revolución industrial. Es un modelo educativo donde todos se educan igual. ¿Por qué enseñar y evaluar igual a todos los niños, si ellos son diferentes? Niños con TDA, niños hiperactivos, con síndrome de negativismo desafiante, niños brillantes, niños con habilidades sobresalientes, niños con bajo IQ son tratados y evaluados de la misma forma. Los niños son etiquetados y desmotivados. Esto lleva al fracaso escolar, al aburrimiento, a la desmotivación, a la deserción y a perder la oportunidad de desarrollar todo el potencial.

Se necesita una rápida evolución, o mas bien dicho, una revolución en la educación. En otros países esta revolución ya inició. Es lo que formalmente se llama educación alternativa. Esta incluye lo que se llama escuelas alternativas, que usan métodos diferentes a los tradicionales. Muchas de ellas están utilizando la tecnología, sin dejar de lado la educación emocional. También incluye las escuelas charter, el Home Schooling, la escuela virtual y la escuela mixta. Reconocidos investigadores (en psicología y pedagogía) apoyan estas iniciativas.

Es mi deseo que además de otorgar becas, las fundaciones en general, apoyen proyectos de investigación educativa. Y en ese caso, yo propondría empezar con los niños que tienen fracaso escolar, que son discriminados por tener malas calificaciones o por ser “desobedientes e inquietos”. No hay nada que perder en estos casos. ¿Es difícil pensar que estos niños puedan ser brillantes en un entorno apropiado a sus características? Hay que empezar con ellos porque los padres de familia tienen muy arraigada la idea de que sus hijos tienen que ir a un sistema escolarizado tradicional.

Afortunadamente existen fundaciones cuya filosofía no es solamente otorgar dinero y becas. Fundaciones donde los filántropos se están involucrando para que sean tan productivas como sus empresas, apoyándolas y vigilando que produzcan resultados. Entre estas fundaciones se encuentra la de Bill y Melinda Gates, en donde la educación tiene un peso importante. Veamos que pasa con el tiempo.