PISA ¿El Caballo de Troya de la cultura escolar? o Si PISA midiera Creatividad ¿otros serían punteros?
enero 30, 2012
Países como Finlandia, Singapur y Corea se encuentran constantemente entre los primeros lugares de PISA (por sus siglas en Inglés): el Programa de la OCDE para la evaluación Internacional del alumnado.
Gobiernos y Secretarías de Educación están pendientes constantemente de los resultados con la intensión de "estudiar" los modelos que sacan los mejores puntajes para seguir sus pasos con el anhelo de convertirse en punteros en el futuro.Desafortunadamente con tal de lograr las notas deseadas no se investiga profundamente sobre los métodos y no se consideran otros temas.
Permítame ser más puntual (y quizá para algunos políticamente incorrecta):
Durante mi periodo de docencia, tuve alumnos de origen Coreano. El 100% de estos niños con los que conviví, eran todo lo que un docente tradicional desea: en menos de dos meses ya entendían Español, hablaban y escribían en su segundo idioma; tenían cuadernos pulcros, una letra estupenda y "la respuesta correcta" en la punta de la lengua. Si, aquella respuesta que el docente tradicional espera: la del libro.
Recuerdo el día en el que una de mis alumnas me dijo que era feliz en México porque en las escuelas Coreanas la vida era altamente demandante, no por la complejidad de la pedagogía, sino porque durante el día escolar había que llenar un sin fin de libros y memorizar cualquier cantidad de datos académicos para después salir a casa a seguir trabajando en tareas que duraban horas. Esto me llevó a cuestionarme:
¿Será esta memorización y metodología pedagógica tradicional el origen de las estupendas calificaciones de Corea en PISA?
¿Será que los alumnos están acostumbrados a estudiar para un examen estandarizado y esto los hace merecedores de los primeros lugares?
¿Será esta exagerada atención a lo meramente académico parte del origen de uno de los principales problemas sociales en ese país: los suicidios?
¡Ah sí! este último problema también afecta a Finlandia y aunque es una realidad que la pedagogía Finesa no se asemeja a la tradicional Coreana, los méritos de las buenas notas Finesas en PISA no son sus métodos pedagógicos sino la manera de enfrentar el tema educativo desde un punto de vista de equidad social y no desde el de la excelencia académica.
En "Justicia curricular, El caballo de Troya de la cultura escolar", Jurjo Torres Morata nos indica lo que PISA mide, pero también aquello que PISA no evalúa:
Si aquellos apasionados por seguir los pasos de los países que académicamente sacan las "mejores calificaciones" insisten en basarse en las puntuaciones de PISA, tal vez valga la pena que vean la imagen completa un país y que pongan los ojos en aquellos que tengan una "salud" general más estable.
Si la decisión de escoger un país puntero en PISA estuviera en mis manos optaría por seguir los pasos del rápido progreso de Singapur. Pero si pudiera tomar una decisión más de fondo, preferiría hacer caso omiso de las "recomendaciones" de PISA hasta que se enfocaran en medir a menor escala lo académico (que refuerza la metodología pedagógica más tradicional y por lo tanto mata la innovación en la educación) pero sobre todo hasta que fueran capaces de incluir en sus mediciones algo más integral, incluyendo todo aquello que promueve un pensamiento creativo y de solución de problemas.
No, PISA a pesar de que en OCDE creen hacerlo, no mide la capacidad de solución de problemas (desde el punto de vista de ingenio y pensamiento crítico). PISA mide en un alumno la capacidad de interpretar información arrojada en un problema escrito y transformarla en una única respuesta correcta: la del libro.
Es posible que si PISA hiciera una medición que involucrara el Ingenio y el Pensamiento Creativo la gráfica cambiaría radicalmente.
Si se hicieran estas mediciones y se llegara a comprobar que en Latinoamérica las personas son muy ingeniosas y creativas, como muchos fervientemente lo aseguran, entonces....
¿Tal vez algunos países de LATAM dejarían de estar en los últimos lugares?
¿Tal vez una colaboración entre aquellos países altamente académicos y los altamente creativos derivaría en una mezcla de innovación que beneficiaría a los niños de todo el mundo?
¿Tal vez así por fin podríamos enfocarnos menos en la enseñanza y más en el aprendizaje?